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Aportes de Patricia Landolfi

Y ahí esta ella, incondicional

Y ahí esta ella, incondicional

Recuerdo verla firme y decidida, a través de mis días.  Aun hoy, lo es, incondicional para con nosotros.  Nunca esta cansada para darnos una mano, un consejo, un abrigo, un abrazo, una tizana cuando el viento sopla fuerte y solo necesitamos compañía, tizana y silencio.

 Nunca esta durmiendo cuando sabe que la necesitamos.  Nunca falla a la hora de ejercer su rol de madre.  Unas palabras acariciantes, estimulantes,  cuando los tropiezos hacen ronchas y duelen.  Ahí, mi madre esta presente, estoica, inconmovible. Es un ser verdaderamente excepcional. Nunca se cansa de aconsejarnos, de darnos mimos juiciosos y consejos sabios, desde el amanecer hasta las últimas palabras de la noche. 

Sabe cuando estamos taciturnos y distantes, aun con la más grande de las sonrisas.  Aun escuchando mi voz al teléfono sabe mi estado de animo. 

Siempre dispuesta, siempre atenta, siempre comprensiva, es realmente un tesoro. Atina una anécdota aleccionadora en cada momento de nuestras vidas.  El consejo vivaz esta a la orden del día.

Un abrazo calido al sentirnos desanimados y un beso expresivo cuando la alegría nos envuelve.

Inculcadora de fe, de alegría y optimismo, siempre contenta con los tesoros que la vida le ha deparado.  Aun cuando quizás, esos tesoros estén rodeados de enormes espinas, como las hermosas rosas, ella aun así, aprieta las espinas con fuerza y decisión, pues entiende que las espinas hacen que la vida enseñe y sus marcas sellen el amor incondicional de la maternidad.

Para mi madre no es fácil, se madre.  Para mi madre, la vida le puso el camino empinado, la cuesta angosta y la marea reacia.  Pero a ella le parece la cuesta ligera, ancha y mansa.  No se queja, simplemente agradece poder ser madre y bendice con oraciones, dedicación y esmero el maravilloso don de la maternidad.

Es una heroína que disfruta a plenitud las batallas que tiene que vencer día a día.

Disfruta y recibe con optimismo, valor y fuerza aquello que envuelve su maternidad con un semblante agradecido y  me enseña cada día que ser feliz es una cuestión de fe, optimismo, amor y entrega incondicional.

¡Gracias Madre del alma!

Patricia_Landolfi04@yahoo.com

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