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Aportes de Patricia Landolfi

AMOR

AMOR

Todos los seres humanos tenemos un privilegio: sentir amor.  Podemos sentirlo de diferentes formas: el amor filial, el amor a nuestros amigos, el amor al trabajo, a los estudios, a nuestros pasatiempos, a nuestras parejas, a nuestra sociedad, a los líderes, a infinidad de cosas, situaciones, personas.  Pero a veces, por no decir la mayoría, lo evadimos con cosas “prioritarias”.  Lo mas bello que tiene la vida es dar y recibir amor sin esperar nada a cambio.  Con sencillos gestos, solo con tener paciencia, amor, ternura haríamos de nuestro habitad un verdadero oasis. Pero que tan difícil se hace demostrar los sentimientos. El ego y el orgullo comienzan a soplarte al oído cosas para no demostrar las verdaderas emociones.  No debemos escuchar esos murmullos ruidosos, y debemos concentrarnos en aquellos susurros que salen del corazón.

Amar lo que hacemos es vital para tener armonía y amor con los que nos rodean.  Porque no comenzar a sentirnos bien con lo que hacemos, como por ejemplo, comenzar nuestro día con una hermosa oración al Creador pidiendo sabiduría, paciencia y amor para la jornada que empieza, sonreír al llegar al trabajo, demostrar alegría al saber que somos útiles a la sociedad, esperar gustosos las ordenes de nuestros jefes, pensar positivamente a la hora de enfrentar los problemas, ayudar al prójimo con una mano amiga, ser hombro consolador con los compañeros que se sienten ofuscados, y sobre todas las cosas,  alegrarse con la cotidianidad. Y cada vez que se nos nuble el corazón con las pesadumbres propias de la vida misma, elevar una oración de gracias a nuestro Dios porque todo lo que sucede en nuestras vidas es porque Dios lo considera necesario.

Muy bien lo dice este versículo de Corintios, capitulo 13: Aunque hable el idioma de los hombres y de los ángeles, aunque tenga el don de profetizar y tenga fe para mover montañas, si no tengo amor, nada seré”

Cuanta realidad en estas líneas de Corintios, tenemos que ponerle amor a todo, y además de sentirlo tener la grandeza y humildad de expresarlo siempre, aunque  creamos con esto que demostramos debilidad o flaqueza.  Mentira, lo que demostramos con esto es la mas grande y firme las las fortalezas, la fuerza de la fe.  Todo lo que se hace y se dice con amor tiene la mano piadosa y milagrosa de Dios, y cuando esta Dios todo es perfecto.  No pretendamos esconder sentimientos, no ser amables, no entregarnos fielmente a nuestros propósitos, debemos entregarnos con amor a todo lo que hagamos para que la magnificencia de nuestro Señor nos arrope y bendiga siempre.  Eso es: A comenzar a amar todo lo que hacemos y a todos los que nos rodean.  A comenzar a ver las virtudes de nuestros colegas, las cualidades de nuestros familiares, las bondades de nuestros vecinos y   sobre todo a escuchar la voz de nuestro corazón, que muchas veces la evadimos para escuchar las órdenes de nuestro ego.

Es así que nuestras vidas comenzaran a ser diferentes, comenzaremos a tener un hermoso brillo de amor en nuestras pupilas y todo comenzara a fluir como un hermoso manantial de amor.

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