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Aportes de Patricia Landolfi

Cuando la vida te presente razones para llorar, demuestrale que tienes mil y una razones para reir.

“Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír” Anónimo

Que hermosas palabras llenas de sabiduría.  A veces se nos viene el mundo encima, cuando nos creamos castillos de ilusiones y se desvanecen en el largo trayecto de nuestras vidas.  Cuantas veces, hemos caído y tenemos que tener ánimo y levantarnos.  Dice un proverbio chino, “si te caes siete veces, levántate ocho” y yo diría que debemos siempre levantarnos, y volver a empezar porque de eso se trata, de no dejarnos vencer por los inconvenientes, ni los desacuerdos, ni las desilusiones, ni los fracasos, ni las vejaciones, ni los obstáculos, ni los atropellos.  Todo eso deben  ser vitaminas fortificadas y energizantes para nuestro espíritu.  Debemos ser en todo y cada uno de nuestros momentos guerreros de la luz, que sacamos nuestras razones para sentirnos felices en medio de la lucha y del dolor.  Porque no todo viene para hacernos daño.  Todo pasa para enseñarnos las lecciones que debemos aprender.

Anda, levántate de tu letargo, enjuágate las lagrimas, arréglate las ropas y se feliz.  Sonríe, pues Dios esta contigo.  En este momento estas en sus brazos, aunque no lo creas.  El lleva tus cargas y enjuaga tus lágrimas, aunque la bruma de tus ojos no deje que veas su hermoso semblante, aunque el dolor de tu alma se tan profundo que no puedas abrir los ojos para ver su hermosa luz resplandeciente diciéndote: “Te amo” y estoy aquí para hacerte feliz.

Cierra los ojos y siente el calido sol acariciando tus mejillas.  Serénate y contempla el firmamento.  Es cierto.  Tus ojos están agotados de tanto llorar.  Es cierto, todo esta perdido y no tienes ganas de ver nada a tu alrededor.  Pero yo te invito, a que salgas afuera, y veas el hermoso arco iris que Dios te esta pintando en el cielo para que veas que hoy es viernes, viernes de dolor y pasión, pero que vendrá un domingo radiante y de resurrección donde podrás volver a reír, volver a empezar, y te llenara de alegría y felicidad.  No podemos creer que lo que nos sucede aun sea triste, devastador y agobiante, luego no  se convertirá en un hermoso arco iris, que nos dejara una lección de amor. 

Tengamos fe, que aun la pena más grande, que aun la crisis más terrible, la decepción mas penosa, luego puede dejarnos como legado la experiencia mas enriquecedora para nuestra existencia.

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