Blogia
Aportes de Patricia Landolfi

"No puede impedirse el viento. Pero pueden construirse molinos"

“No puede impedirse el viento.  Pero pueden construirse molinos

 

Este proverbio holandés que me encontré hurgando en una recopilación de proverbios de todas partes del mundo hizo que reflexionara sobre el.  Es certero y atinado a lo que se dice de prever y adaptarse a las circunstancias.  Puede que el viento sople fuerte, y eso es imposible detenerlo, pero puedes utilizar ese viento para que te ayude a tus objetivos.  Construyes un molino y lo que te hacia daño te sirve de herramienta en tu sembradío.

¿Como te vez frente a una crisis? ¿ Te ahogas y piensas que se esta hundiendo el barco, o tomas las medidas necesarias para fortalecer tus brazos y remar contra la marea? La actitud acertada es remar con fuerza, fortalecer los brazos y tener tenacidad en la tormenta.  La ecuanimidad y fortaleza son condiciones que salen de la fe. 

En los momentos de crisis, cuando las circunstancias que nos toca lidiar son extremas, los obstáculos gigantes aterradores, y el viento fuerte y recio, debemos apelar a nuestro Señor, que nos ayude a construir los molinos.  Orar en silencio e implorar fortaleza en esos momentos oscuros.  En lugar de gritar, o tratar mal a los que nos rodean, en vez de ahogarnos en esas situaciones difíciles, debemos cerrar la puerta de nuestra habitación, y en silencio hablar con nuestro Padre celestial.  Pueden ser unos minutos, pero de repente será invadido nuestro espíritu con una paz indescriptible, donde no veremos esos monstruos aterradores devorándonos, si no, muy por el contrario, en el horizonte veremos grandes molinos que utilizaran las ráfagas de viento que en esos momentos azotaban nuestras vidas a nuestro favor.

Debemos pedirle a Dios orientación en todos nuestros anhelos, problemas y situaciones.  Como cada uno de nosotros debemos aprender que no importa la situación en la cual estemos sumergidos en estos momentos, si sabemos construir los molinos, los vientos siempre soplaran a favor de nuestros ideales. 

Puede que en un instante las cosas no sean exactamente como en nuestras expectativas, pero al final del día puede que se hayan tornado diferentes.  Aprendamos que cada instante es único, y los días están repletos de sorpresas.  Solo debemos tener fe en que aunque los vientos soplen fuerte, siempre servirán de motor para los grandes molinos que están construidos en los senderos de nuestra existencia. Aprendamos a construir molinos en lugar de temerle al viento.  Donde hay fe, los vientos fortalecen nuestro espíritu, y ayudan a vitalizar los sembradíos, empujados por los molinos de Dios.

0 comentarios